Nuestros orígenes
El origen de Bodegas Familia Osaba nace en el viñedo, como no podría ser de otra manera. La primera piedra la pone nuestro fundador, Francisco Osaba, cuando en 1964 hereda un pequeño viñedo en Rioja Alavesa que había pertenecido a la familia durante varias décadas.
Apasionado por la viticultura, y empujado por el auge de los vinos de Rioja, Francisco Osaba decide emprender y comienza a producir sus primeros vinos en los calados de la casa familiar, que años después se convertirían en algunos de los más populares de la región.
A comienzos de los años 70 se pone en marcha la construcción de una pequeña bodega de elaboración. Nace Bodegas Familia Osaba
DE VITICULTORES A EXPORTADORES
Durante los siguientes años el mercado sigue evolucionando, volviéndose más exigente. El auge del vino de Rioja provoca que la competencia sea cada vez mayor y ello nos obliga a reinventarnos.
La entrada de la segunda generación a comienzos de los años 90 viene de la mano de nuestra expansión internacional, un mercado muy poco explotado por las bodegas de aquella época en el que fuimos pioneros.
Nuestras marcas se comienzan a vender en los principales mercados de Europa y de América, estableciendo relaciones comerciales que a día de hoy todavía siguen vigentes. La plantilla de la bodega se multiplica por cuatro y se cosechan los primeros éxitos internacionales con la obtención de numerosos premios y reconocimientos.
DIVERSIFICAR PARA SEGUIR CRECIENDO
La entrada de la tercera generación en el año 2012 marca un punto de inflexión en la estrategia del grupo. Nuestra producción, que hasta entonces se había concentrado fundamentalmente en Rioja, aumenta considerablemente con la adquisición de viñedo en otras regiones vitivinícolas y con el establecimiento de acuerdos comerciales con socios productores.
Nuestra bodega, que había comenzado en un pequeño calado de la casa familiar, se convierte en pocos años en un grupo internacional, con una producción diversificada en varias regiones de España.
Durante este proceso nunca hemos renunciado a nuestros valores, aquellos que llevaron a Francisco Osaba a enamorarse de un pequeño viñedo y a comenzar a producir un producto del que hoy en día nos seguimos sintiendo orgullosos.
TRES GENERACIONES DEDICADAS AL CULTIVO DE LA VID
TRADICIÓN ADAPTADA A UNA NUEVA ÉPOCA
La viticultura está en constante evolución, pero nuestros valores permanecen inalterables. El respeto a la tradición, combinado con las nuevas técnicas en viñedo y en bodega nos han permitido seguir evolucionando sin perder nuestro estilo único.
COMPROMETIDOS CON LA SOSTENIBILIDAD
Para nuestra familia el respeto al viñedo y las prácticas sostenibles nunca han sido una decisión, sino una filosofía de trabajo. Únicamente respetando el viñedo conseguimos reflejar la esencia de nuestro terroir.
El cultivo de la vid en Castilla ha sido la actividad principal de la región durante varias décadas, llegando a ser considerada como una de las principales regiones vitivinícolas de todo el mundo. Su clima cálido, con una gran cantidad de horas de sol, junto con la escasez de lluvias y la predominancia de un suelo calizo-arcilloso, crean unas condiciones idóneas para la producción de vinos de gran calidad. La elaboración de variedades internacionales, tales como el Cabernet Sauvignon, el Merlot o el Chardonnay, ha permitido que Castilla tenga una gran presencia en los principales mercados internacionales.